A mediados del siglo XX, la condesa Amalia Nani Mocenigo tenía un problema de salud, todo por culpa de un déficit en la producción glóbulos rojos, por lo cual el medico le impuso una dieta a base de carne cruda.
Siendo la condesa una clienta habitual del prestigioso Harry's
Bar (Venecia), Amalia hizo saber a Giuseppe
Cipriani (el chef de ese local), de su situación y su nueva dieta. Como el
cliente siempre tiene la razón, y más cuando es una persona con esa tal
influencia, a Giuseppe no le quedaba más opciones que servir cruda esa carne;
pero eso tampoco significaba que le agradase la idea.
Es más, al chef le horrorizaba el simple hecho de pensar que
en su prestigioso local, pudiese servir un trozo de carne cruda como si fuese
destinado a ser devorado por fieras. Y peor todavía, que sus demás clientes
observasen como en un sitio como ese, eran capaces de servir una abominación
semejante.
Así pues, Giuseppe debía de idear en tiempo record, un plato
que tuviese más categoría y prestigio que un simple trozo de carne cruda; y
además que no llamase la atención del resto de comensales, mientras este plato
saliese de la cocina, dirección a la mesa de la condesa, pasando por todo el
comedor.
Su idea definitiva fue su plato más famoso: el carpaccio, en el cual fileteo muy
finamente un trozo de solomillo de buey (para que no sobresaliese por encima
del plato), el cual aderezó con lascas de queso parmesano y una mezcla de mahonesa,
mostaza y salsa worcesterhire.
El éxito fue rotundo por parte de la condesa, la cual
también estaba horrorizada con la idea de comer carne cruda como las fueras. Así
que Amalia, fascinada con la idea, y por la intención de repetir ese plato por
culpa de su nueva dieta; le pregunto a Giuseppe por el nombre de este plato
(para solicitarlo más veces).
El prestigioso chef era un amante del arte pictórico, y al
verse obligado a ponerle un nombre a su nueva creación, e inspirado por el
colorido tan particular de tal elaboración (rojo profundo + amarillo) solo un
nombre se aparecía en su mente, el del pintor veneciano que mejor sabía
trabajar con el color rojo profundo: Víttore
Carpaccio.
Una curiosidad más: no era la primera vez que Cipriani hacía
algo así puesto que el cóctel más famoso que se servía en el Harry's Bar era el
"Bellini" en honor del también pintor Gian Battista Bellini.
Giuseppe siempre fue un personaje muy singular, si te interesa saber más sobre él, te dejo este enlace que resume bastante bien parte de su vida profesional:
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