Yo he de reconocer que cada vez que escucho esas palabras me
hecho a temblar, pero no porque no tenga aprecio a mis compañeros, o no me
resulte agradable una reunión con ellos de manera más distendida que las
puramente laborables. Nada de eso en absoluto, pero lo que si que me da miedo
es el local (bar, restaurante, mesón, merendero,…) en el cual se va ha realizar
esa “quedada”; creo que varios somos los defraudados por culpa del
establecimiento, y que han amargado levemente, ese momento de camarería con
nuestros compañeros.
Explico un poco el método de actuar de las empresas de
hostelería, en lo que se refiere a los menús
concertados.
Cuando antiguamente un cliente quería acordar este tipo de
menús, se hacia con el fin de avisar (por así decirlo) que en tal o cual fecha,
iban a tener un volumen importante de comensales, comiendo al mismo tiempo. Por
esta razón era interesante este tipo de “acuerdos” realizados entre el bar,
restaurante,… y ese grupo de clientes.
Así los beneficios eran mutuos: la persona que lo
solicitaba, se aseguraba de que el local iba a poder acoger a todos los
compañeros, y al estar el menú pactado podrían disponer de alimentos desde el
primer minuto en el que se sentasen en la mesa. Por el otro lado, la empresa
que ofrece el servicio podría servirles a todos a la vez, y así no retrasarían a
la cocina, y por consiguiente, al resto de comensales, que no tienen relación
alguna con esa reunión.
Últimamente esto ha cambiado mucho. El establecimiento te va
a proponer un menú, el cual se va a dividir en PAX (que es una manera de
definir en la hostelería, a los comensales); es decir: 8 comensales = 8 PAXs /
15 comensales = 15 PAXs …
Estos menús se confeccionan de la siguiente manera: primero
se pacta el número de platos distintos que se van a servir:
Patatas Alioli.
Magra con tomate.
Tortilla en salsa.
Ensaladilla rusa.
Carne con ajos.
(Ejemplo de un menú concertado
en un bar de tapas)
Esto seria un menú de 5 platos, que es lo pactado entre el
cliente que lo solicita, y la persona que le ofrece ese servicio. Pero luego
esta la forma en la que lo distribuyen en la cocina, aquí es donde entran los
PAX anteriormente nombrados.
En este estilo de menús se suelen servir un plato (una misma
elaboración) por cada 4 PAXs, por lo cual, y tomando como referencia el menú
anterior, si son 12 los comensales que van a disfrutar del servicio, se servirán:
3 platos patatas alioli, otros 3 de magra con tomate, otros 3 de tortilla en
salsa,… todos ellos colocados en el centro de cada 4 clientes.
Las cenas de empresa son una buena excusa para sacar un
dinero extra, sin apenas realizar gasto alguno. Por poca cantidad de comida, y
unos litros de agua, cerveza, sangría,… y demás bebidas con un precio en el mercado, muy bajos; muchos
restaurantes hacen “su agosto”.
Sobre todo cuando los números no cuadran, pueden conseguir
mucho más dinero por menos, todo depende de la honradez de quien ofrece ese
servicio. Sigamos con el ejemplo anterior, imaginemos que en lugar de 12 PAXs,
estos fuesen 10; pueden ocurrir 3 cosas (dependiendo de la honradez de quien
ofrece ese servicio):
-
QUE SEA HONRADO/PERO TACAÑO: pondrá platos
equitativamente, es decir, 10 PAXs = 2 platos y medio (2 normales y uno en una
esquinita para 2 PAXs). Es lo justo, pero da sensación de “cutrez”.
-
QUE NO SEA HONRADO: entonces las cuentas se harán
a la baja. 10 comensales = 2 platos (8 PAXs en total). Es decir, 2 personas
pagan, pero comen de lo de los demás.
No quiero decir que en ningún sitio sean honrados, que si
que es cierto que no pagas lo mismo cuando vas en grupo, que cuando lo haces de
manera más individual. Si quieres descubrirlo por ti mismo/a, es muy fácil, después
de comer/cenar en un menú concertado, vuelve a ese mismo sitio con algún acompañante,
y pide lo mismo; comprobaras por el precio de la carta, o sino cuando pidas la
cuenta, que no te costara igual que lo que pagasteis por cabeza en esa cena de
empresa. PERO EL TAMAÑO DE LAS RACIONES SON PRACTICA O TOTALMENTE PARECIDAS.
MENÚ CONCERTADO (35
euros por cabeza)
MENÚ CON UN ACOMPAÑANTE:
PATATAS
3 euros
MAGRA 4 euros
TORTILLA
3.5 euros
E. RUSA 3 euros
CARNE 5 euros
PAN 1 euro
JARRA
3 euros
TOTAL 22.5 euros (11.25 por
cabeza).
(Es un ejemplo de
precios ficticios, depende del negocio o localidad).
CONSEJOS DEL MASTER EN COCINA:
- *
Si es una comida de empresa, en lugar de cena,
busca más los menús del día, que los menús concertados. Por ley, los menús diarios
deben de ser mínimo un 80% más barato que lo ofertado en carta. Así en lugar de
pagar 35 euros por un menú al centro, pagas 15 euros por platos individuales, y
tampoco se retrasa la cocina, ya que están preparados para ofertarlo. Eso si, importantísimo,
reservar mesa con anterioridad.
- *
Recuerda que de ese menú, se van a servir 1
plato X cada 4 PAXs. Observa los precios de la carta, de esos platos por
separado. Si el precio es razonable, solo te queda confiar en que las raciones
por cada 4 PAXs sean aceptables.
- *
Negociar es recomendable. Piensa que lo que
estas haciendo es un pacto comercial entre unas personas que solicitan un
servicio, y quien lo ofrece; y como en cualquier negociación: si el menú te
parece corto y no te ofrece otro plato por el mismo precio, si te parece caro lo
que oferta y no te cambia un plato barato por otro acorde a lo que vais a pagar…
simplemente largaros de allí. Quien tiene que ganar es el hostelero, y si él no
esta interesado en cerrar el trato, y ganar todo el dinero que ofrecéis; pues a
otro sitio (la competencia es fuerte, y existen sitios muy buenos aun por
visitar).
- *
Preguntar siempre: cuantos platos se ponen por
persona, tamaño de las raciones, las bebidas están incluidas,… hay gente que no
es mentirosa, pero que ocultan algún “susto” en la cuenta final.
- *
Sobre todo, pedir muchos presupuestos y menús.
Pero no se debe dar prioridad al precio, sino a la cantidad, al tamaño, clase
de platos que ofrecen… puede ser que el menú más caro de precio, sea la oferta
más barata.
- *
No conformarse con el menú, es muy importante
las buenas referencias (si se escuchan o saben) del establecimiento. También es
aconsejable, si lo ofertado no es convincente, probar sitios desconocidos o
nuevos, ya que eso no significa que sean peores. Si aun así, existen dudas, lo
mejor es ir a un sitio de confianza; si el empresario es listo, no querrá perder
a un cliente habitual.
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